ODDÓN, EL ASIENTO CEREMONIAL
- OddíKá EbóínLaiyé -
Comienza una de las etapas ceremoniales de Yóko Ósha, y la persona, varón o mujer, que será consagrado o consagrada por voluntad propia al culto a Orísha según la tradición de la Regla de Ósha, para nacer al final de ese proceso en una nueva vida personal convirtiéndose en Yawó Ósha, se encuentra sentado o sentada sobre Oddón, el "pilón" de ceremonias, en el interior de Igbodú Ósha (Cuarto de Santo)
Oddón es un asiento sagrado que no tiene alternativas para ser reemplazado. Oddón no puede ser reemplazado, ni por una modesta silla convencional, ni por un magnífico trono de oro, porque Oddón es un elemento que cumple un rol trascendental en la consagración, para lo cual, requiere reunir especificaciones básicas.
Oddón se prepara sobre una estructura única, sólida y compacta, tomada directamente de la Naturaleza (de origen vegetal: madera, o de origen mineral: roca) Lo que significa que Oddón de madera no debería ensamblarse usando maderas diferentes, ni debería construirse artificialmente utilizando diferentes piezas de una misma madera, sino que debería consistir en una pieza única conformada por un tipo único de madera.
Oddón debe tener una superficie de apoyo superior adecuada, para que pueda sostener al cuerpo de Yawó que descansará en posición de sentado sobre este, de tal manera que no genere molestias especiales en cuerpo de Yawó.
Y Oddón debe tener una superficie de apoyo inferior adecuada, para que se mantenga permanentemente en equilibrio estable, garantizando que la vertical trazada por su centro de gravedad, pase por su base o área de apoyo, de tal manera que su estructura descanse de forma pareja y estable sobre el suelo de Igbodú Ósha.
Oddón es un asiento ceremonial que se prepara con el tronco de un árbol sano y fuerte, o sobre una piedra, porque son estos los dos únicos elementos de la Naturaleza macroscópica, que vibran armoniosamente con las energías de tierra con una empatía total, y proporcionando en consecuencia un nivel de conductibilidad total de las energías terrestres (o sea, con un nivel de conductividad de 100%)
Las ceremonias preparatorias en Igbodú Ósha: danzas, cánticos y sacrificios, configuran, activan y atraen (llaman) a corrientes de energías terrestres, que empiezan a recorrer toda la superficie de Igbodú, en un movimiento continuo que reproduce la geometría básica del Universo: siempre en forma circular.
Según progresa el proceso ceremonial en danzas, cánticos y ritos específicos, estas corrientes de energías terrestres que han sido llamadas y que están siendo progresivamente activadas, vibran cada vez más rápidamente, moviéndose en sentido centrípeto, o sea, desde afuera hacia adentro, desplazándose desde los límites interiores de Igbodú definidos por las paredes del mismo, hacia el centro de Igbodú, en un movimiento continuo que reproduce la segunda geometría clave del Universo: la forma espiral.
Estas corrientes de energía tienen un comportamiento sinérgico, porque reunen a diferentes fuerzas que, en conjunto, tienen un efecto total más elevado que la suma de sus efectos individuales. Y al tener un comportamiento sinérgico, rompen con la Segunda Ley de la Termodinámica, la que se refiere al crecimiento continuo de la entropía, y que sostiene que la realidad física evoluciona degradándose progresiva y paulatinamente, que se derrumban la forma y el orden, y que el desorden en el Universo crece siempre. Significa que, contrariamente a lo previsto por esos postulados, estas corrientes de energía que tienen un comportamiento sinérgico, tienen un efecto organizador sobre energías más densas, incluyendo a la materia.
Y estas corrientes de energía que están siendo llamadas y activadas mediante liturgia ceremonial, y que se van desplazando hacia el centro de la habitación en un movimiento en espiral, van creando el orden, y se van organizando. Y en la misma medida en que estas corrientes de energía se organizan, van moviéndose en una dirección: van moviéndose en busca de oddón, el asiento ceremonial. Porque habiendo sido construído Oddón a partir de formas materiales aptas para la misión que cumplirá, y habiendo sido preparado mediante rituales, quedó habilitado como un centro energético con propiedades para atraer, recibir y condensar energías terrestres.
Y estas corrientes de energía que están siendo llamadas y activadas mediante liturgia ceremonial, y que están siendo atraídas hacia Oddón, llegan a concentrarse en un área del suelo reducida, alrededor de Yáwó.
Esta actividad energética intensa que ahora se está produciendo alrededor de Yáwó, estimulada por los cánticos, la danza, los sacrificios, la mentalidad de las personas y la espiritualidad de ese momento, crea una resonancia que provoca el descenso de una energía procedente de Órun.
Las energías de polaridad positiva - masculina procedentes de Órun (el Cielo, el Padre), descenderán en respuesta al llamado de las energías de polaridad negativa - femenina procedentes de Aiyé (la Tierra, la Madre) para encontrarse con estas. Y del encuentro de la Madre y el Padre, se originará la Creación nacida de ellos: se originará un nacimiento.
Las energías de polaridad positiva - masculina procedentes de Órun (el Cielo, el Padre), descienden en respuesta al llamado de las energías de polaridad negativa - femenina procedentes de Aiyé (la Tierra, la Madre), y descienden configuradas como un potente rayo de "luz" no visible que entrará por el área superior de la cabeza de Yawó, activando instantáneamente áreas cerebrales, y continuará su recorrido por el interior del cuerpo físico y del cuerpo energético de Yawó, siempre en sentido descendente, siempre en busca de la resonancia que le ha llamado: las energías femeninas de la tierra que ya se han concentrado en el interior de Oddón.
Si Yáwó estuviese sentado o sentada directamente sobre el suelo, o si estuviese sentado o sentada sobre una silla convencional, o sobre algo diferente a Oddón, las energías descendentes de Órun que entrarán por la parte superior de la cabeza de Yawó y recorrerán su cuerpo físico y su cuerpo energético, llegarán al suelo, y se "desparramarán" en toda la superficie de esa área donde santeras y santeros están danzando y llevando a cabo las ceremonias, y se distribuirían entre todo lo que esté cerca, incluyendo objetos y personas, generando un efecto de dispersión aleatoria, y no podría manifestarse la fusión generadora y procreadora de una nueva condición energética en la persona de Yawó.
Para cuando el cielo se abra para Yawó, y el poderoso rayo de energía que descenderá se encuentre con las energías de la Tierra, Yawó debería estar sentado o sentada sobre Oddón. Porque Oddón es como un condensador electromagnético natural que hará posible que la energía de polaridad positiva - masculina procedente del cielo, se encuentre con la energía de polaridad negativa - femenina procedente de la tierra. Y al ocurrir esto en ese condensador natural de metafluidos que es Oddón, estando Yawó sentado o sentada sobre el mismo, el efecto resultante de ese encuentro estallará dentro del cuerpo físico de Yawó, produciéndose una suerte de explosión energética sutil que se concentrará en su cuerpo físico y en su campo energético personal, haciéndose efectivo el nacimiento de una condición especial.
Yóko Ósha es una consagración mayor, resultado de un pacto de cierta complejidad con los orísha de la Creación de Dios, los espíritus de los dioses guías, y ha de tenerse presente que su liturgia no tiene una función decorativa, que cada elemento de las ceremonias tiene una función que es su razón de ser en el Tratado, para configurar el Pacto en su totalidad y hacerlo efectivo. Y Oddón, el asiento ceremonial, es un elemento sagrado de importancia clave en el proceso consagratorio para que se verifique el Pacto de Yóko Ósha.
De manera que, si se hace Yóko Ósha sin disponer del servicio de Oddón, objetivamente la liturgia ceremonial básica no se cumplió, y Yóko Ósha nunca se concretó: no se "hizo el Santo". Porque sin el servicio de Oddón no hay Yóko Ósha, sin Oddón no hay Santo.
Y ante una situación como esa, la solución correctora es hacerlo, lo cual no significará hacerlo de nuevo, puesto que antes no se hizo, sino que significará hacerlo por primera vez.
