Protectora y patrocinadora de los negocios.
Siempre preocupada por la imagen pública.
Siempre combinando belleza y elegancia.
Siempre combinando gracia y ternura.
Dueña del mineral y metal bronce.
Dueña del mineral y metal oro.
Dueña de la canela.
Dueña de la miel.
Muy aficionada a la música y al baile. Madre del baile. Los bailes de Oshún pueden admirarse cuando la deidad toma posesión del cuerpo físico de alguno de sus hijos. Durante su baile, imita los movimientos de quien rema en un bote o canoa a través del río, o agita sus brazos para que suenen las manillas de oro, o danza voluptuosamente con las manos extendidas hacia adelante, en señal de imploración y con sugestivas contorsiones pelvianas, o imita los movimientos de quien revuelve con un gran madero el contenido líquido de un enorme caldero, o desliza sus manos descendiendo por las curvas naturales de su cuerpo, como agua de arroyos y manantiales que descienden de las colinas, o danza mirándose en un espejo. Son los suyos, los bailes más bellos y sensuales de todos, y se les ha llamado Danza de los manantiales.
Tuvo amores con: Aggayú, Inlé, Obbátalá, Ódgdudúwa, Ogún, Orísha Okó, Órunmilá, Osáin, Shakuána, Shangó. Es la deidad femenina que ha tenido la conducta sexual más promiscua. Tuvo hijos con Inlé, con Óddudúwa y con Órunmilá. Tuvo históricos, apasionados y tormentosos amores con Shangó; pero esa relación está negada y prohibida por Olofi. Sus mejores amigos: Shangó y Órunmilá. Su más amarga relación amorosa, con Inlé. Su relación más estable, próspera y edificante, con Órunmilá.
Olófi, el Padre Supremo, designó a Oshún como Diosa Regente de las Madres Ancestrales, y le asignó la responsabilidad de dar testimonio y ser canal de comunicación en el ámbito de las consagraciones religiosas. Por ello, el río es el lugar establecido para dar testimonio de quién nace y de quién muere.
Oshún fue designada por Órunmilá, su sacerdotisa y esposa.
Dueña y Señora del Río, de las aguas dulces limpias, y de los manantiales. Oshún es el Espíritu del Río.
Diosa del Amor. El Espíritu de la Seducción. La que tiene poder para hacer renacer al éxtasis.
Representa la feminidad y también la coquetería, la belleza, la elegancia, la gracia, la dulzura, la sensibilidad y la sexualidad femeninas.
Símbolo del Eterno Principio Femenino. Y protectora y defensora eterna de todas las mujeres.
Madre del Espejo. Dueña del peine de todas las mujeres.
Madre de la Abundancia.
En sus Caminos o Avatares evolucionados, sus atributos personales son: cosméticos, joyas, perfumes, pañuelos, y sus gustos tienden a ser refinados.
Oshún pertenece al grupo de las entidades madres creadoras. Corregente de la fertilidad. Corregente de la fecundidad.
Corregente de la relación con la madre. Corregente de la Maternidad. Representa a la madre potencial, a la madre fecundada, y a la madre gestante. Regente y asistente de las gestantes y de las parturientas.
Corregente del cuidado de los niños. Oshún es la que cura a los niños y no le cobra a sus padres.
Oshún rige: los órganos genitales, el abdomen, el tipo de mujer que desean los hombres, y la intimidad.
Oshún confiere belleza externa e interna, y suaviza la personalidad.
TEXTO: ODDÍKÁ EBÓÍN LAIYÉ